viernes, 29 de mayo de 2009

Gracias...

Muchas, muchas gracias a mis instructores... Lupita, Vacha.. gracias a los dos

martes, 26 de mayo de 2009

Estrellas lejanas

Horas y horas pasé contemplando la negrura del cielo, esperando a que pasara de nuevo uno de esos astros brillantes que alguien suele llamar estrellas fugaces.
Esperaba volver a ver uno de ellos porque me recordaban muchísimo a ti: por su hermosura, por su brillantez, por su grandeza, por su delicadeza; pero muy por encima de todo, por su lejanía.
Me encontraba en el techo de mi casa, sentada sobre una cobija de cuadros verdes. Mi insomnio había contribuido a que la loca idea de observar ese manto nocturno llegara a mi cabeza.

El insomnio se debía principalmente al hecho de pensarte. ¿Por qué es tan inevitable recordarte? ¿Por qué se me habrá ocurrido quererte, amarte? ¡Cómo quisiera ser como la luz de aquella estrella! Si así fuera, podría desaparecer con ella para no sufrir por tu ausencia.

Nada sucedía, monotonía de nuevo, el color negriazul del extenso paraíso que nos cubría seguía igual, sin acontecimiento alguno. Comencé a derretirme una vez más. Cuando la oscuridad me carcomía, solía encerrarme en mis pensamientos y derretirme por completo, sumida totalmente en otra realidad, en otro mundo, en otra dimensión.
Haber observado aquel resplandeciente objeto había ocasionado que yo recordara lo mucho que he vivido contigo, y lo lejos que estás de mí. Eres como una de esas estrellas, antiguas y lejanas. Y pensar que por ti perdí tantas cosas, incluso la noción de mi propia existencia… Quién lo diría.
Desaparecer sería la mejor solución, yo lo sabía, pero ¿cómo hacerlo? Si aún existía aquella posibilidad… Sí, aquella, en la cual me obligaste a confiar el día que la gran nube negra cubría nuestras cabezas, ese mismo día en el que las cristalinas gotas se adueñaron de nuestras ropas.
Estando en ese trance, me di cuenta de lo mucho que significaba para mí ese fénix galáctico, que para algunos era sólo una roca voladora. Este hablaba de sueños, de deseos cambiantes, de esperanzas. ¡Ahora estaba atando cabos una vez más! Por eso hablaba de esperanzas y posibilidades hace un momento.

Despierto, pero me encuentro en un lugar en el cual había aparecido, al parecer, repentinamente; ya que ese no era el techo de mi casa, ese lugar no era al que yo me había subido momentos anteriores, no era el lugar al que yo había trasportado todos mis recuerdos. Contrario a eso, era un lugar oscuro, parcialmente vacío, porque a mi lado sonaba una respiración agitada. Volteé para indagar qué sucedía, ¿con quién estaba? Que yo recuerde había subido al techo sola… ¡Oh!, es verdad, ¡no estaba en el techo! ¿Qué lugar extraño era aquel en el que me encontraba? Traté de averiguarlo pero solamente negro y más negro.
¿Me encontraba acaso en aquel cielo, el cual solo apenas unos momentos admiraba? La negrura era muy similar, ¿sería el cielo? ¿Habré muerto? ¿Habré desaparecido como lo deseaba?
La lágrima resplandeciente del cielo que deseaba que apareciera se había llevado todo tipo de respuestas: la respuesta de por qué me encontraba en un lugar extraño con un ser extraño, la respuesta de por qué la persona a la que yo amaba no estaba a mi lado, la respuesta de por qué el cielo no dejaba de ser negro y no se tornaba a un color un poco más optimista.
¿Por qué te arrebataron de mi lado? ¿Quién fue? ¿Quién te desapareció? ¿Quién te convirtió en algo imposible? Esas eran todas las respuestas que quería, no pedía más, pero nadie me las dio.
Pase lo que pase yo sí estaré ahí para ti, pase lo que pase yo no me olvidaré de ti, no importa cuan lejos estés.
¿En donde estabas anoche? ¿Eras acaso esa estrella que abordó mis pensamientos, mis sueños?

¿Por qué moriste? Quiero irme contigo.


Especiales agradecimientos a 3 personas...
Esas palabras en azul, son sólo tus ojos, son todo lo que me inspiran...

domingo, 17 de mayo de 2009

Petición

A petición del público, y dado que yo había tramado algo parecido, el final de "Sólo ella y yo..." ha sido modificado.. ¡Disfrútenlo! y comenten...

viernes, 15 de mayo de 2009

Sólo ella y yo...

¿Qué se supone que deba hacer cuando tu sonrisa invade mi rostro?

Sé que te amo, pero también sé que no eres para mí, aunque tengo muy presente que hay algo que te llama a mí.

Nuestras miradas se cruzan, podríamos tener una conversación en ellas, decimos lo que sentimos, lo que pensamos, lo que amamos y lo que extrañamos. Me hipnotizas, sólo viendo esos hermosos diamantes que tienes por ojos.
Mis brazos rodean tu cuerpo, yo, extasiada por el hecho de sentir esas sábanas de seda que tienes por piel, sólo sintiéndome viva por aquel aroma de los hilos sobrantes del velo de tus pensamientos.

Silencio… el más profundo.

-Te amo.
- Y yo a ti, pero… en este momento hay personas de por medio- espacio incómodo- y no porque yo lo quiera, tú así lo decidiste hace algunos meses- le contesté aún hipnotizada.
- Ya lo sé, no necesitas recordarme que fui yo quien eligió, y me equivoqué, también lo sé, porque te extraño y mucho, debí escogerte a ti, pero… lo elegí a él, y me arrepiento, pero, ¿es mucho pedir que seas paciente? No quiero herirlo, no se trata de eso.
- Ya sé que no se trata de eso, tampoco quería que lo hicieras, y sabes que te esperaría… y toda la vida de ser necesario, sólo… ¡Sólo necesito que me des una esperanza! No quiero esperar en vano-dije enfatizando ese no, que era como una vacuna letal.

Se giró lentamente, mis ojos sobre su hermoso y definido rostro y sus manos sobre las mías…
Miradas…
Destellos…
Incandescencia…
Beso… el más hermoso en vida después del de aquel día, no el beso como tal, porque a decir verdad, fue igual de bueno que muchos otros, sino por el significado, con él me decía que las cosas cambiarían, que me amaba, que me ama y que volvería a mí en cualquier momento, tiempo, sólo tiempo falta.

- ¿Qué significa?- pregunté retóricamente.
- ¿Acaso no quedó claro? Te amo, te lo dije una vez hace un momento, el significado es sólo uno ¡Te amo sólo a ti! Lo dejaré para volver aquí, contigo… te extraño.
-No me hagas esto, hace mucho que no me daba cuenta de lo mucho que significas, de lo mucho que te extrañaba, de lo mucho que necesito todo esto-dije suplicando un poco, era cierto, no quería ilusiones falsas.
- Y yo… lo único que necesito es esto, sentir tus manos en mi de nuevo, sabes que me encantan.
- Lo sé… a mí… me encantas tú…

Un breve sonido cariñoso seguido del abrazo, más bien se acurrucó en mí ¡Cómo la amo! Besé su cuello y hubo la misma reacción que antes, eso me hizo sentir… bien, todavía hay algo, todavía lo siente, ¡todavía me ama!

- Entonces ¿Qué haremos?- le pregunté con esa voz que las personas enamoradas hacen.
- Lo he dicho una y mil veces pero, espérame, dame tiempo, quiero encontrar un momento adecuado en el que pueda, además, saber las palabras precisas para no lastimarlo.

¿Con qué otros ojos podría mirarla?

- ¿Sabes? He contado horas y minutos después del último beso, ¿imaginas cuánto anhelaba que esto sucediera? Tenerte para mí otra vez… te quiero bonita- dije.

La una abrazando a la otra, como protección, como cuidado para ella, no la quería soltar, quería estar ahí un buen rato, entre aquellos estáticos ríos verdes en donde había pequeños peces de diversos colores sembrados allí.
Arranqué uno de ellos, el más bonito, y lo coloqué en aquel mar de aroma que caía detrás de su oído.

- Amarilla, tu color favorito.

Fue lo último que dije antes de lanzarme a la humedad de sus labios, mientras con mi mano intentaba secar la humedad de sus ojos.

- Sólo espero que sean de emoción- dije entre risas cuando mis labios aún rozaban los suyos.

jueves, 14 de mayo de 2009

Bienvenidos...

Bienvenidos sean todos ustedes, este, mi nuevo blog, será dedicado a todas aquellas personas que hacen de mi vida sentimientos, especialemente a unos cuantos... ellos sabrán quienes.

P...A